Ha llegado a ser evidente que nada en arte es evidente.
T. Adorno.

domingo, 25 de febrero de 2018

Puerta de Platerias

PUERTA DE PLATERÍAS





La imagen que vamos a comentar pertenece a la puerta de Platerías situada en el transepto sur de la catedral de Santiago de Compostela. Es este un templo de culto para los peregrinos de toda Europa desde la Edad Media, como punto final del camino que conducía hasta la tumba del apóstol Santiago; junto a Roma y Jerusalén, uno de los lugares santos de la cristiandad. La puerta fue edificada entre los años 1103 y 1117, y atribuida a un tal "maestro Esteban", aunque se encuentra muy adulterada por sucesivas restauraciones y añadidos que dificultan su comprensión.
La fachada está hecha en sillería de granito, con dos pórticos en arcos de medio punto con arquivoltas sin decoración, para enfatizar el programa iconográfico de los muros.  Estas se sustentan en columnas de fuste variado: con representaciones escultóricas, lisos y torsos. Los capiteles imitan un orden corintio,  pero adaptado a la figuración religiosa.
Dentro de las arquivoltas se sitúan los tímpanos, con representaciones que aluden a la iglesia redentora a través de la doble naturaleza de Cristo (humana y divina). En el izquierdo, escenas referidas a las tentaciones y el pecado; en el derecho, otras sobre la pasión de Cristo y la salvación.
Toda la fachada superior y los laterales aparecen decorados con figuras religiosas, algunas procedentes del opuesto pórtico de la Azabachería, que fue completamente modificado en estilo barroco tras sufrir un incendio a mediados del siglo XVIII. Muy probablemente la Maiestas Domini que preside el conjunto sobre el parteluz sea parte de aquel y aludiera al tema de la creación y el paraíso como prefiguración de lo representado en Platerías. También parecen proceder de allí las esculturas de Adán y Eva y el célebre rey David músico.
En resumen, y como corresponde al arte románico, las esculturas anteponen el interés catequético al estético. Es por ello que carecen de un sentido narrativo o escénico en aras a favorecer su comprensión por una amplia mayoría de fieles analfabeta.  
Como curiosidad, el nombre deriva de la cantidad de orfebres que se instalaron en torno a esta zona de la catedral desde la Edad Media hasta la actualidad.                               

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