La imagen que voy a comentar es el Pantocrátor de San
Isidoro de Leon. Se trata de una pintura mural
de tipo religioso, que data de la segunda mitad del S.XII, y pertenece a la escuela
castellana, de estilo románico.
En España durante el siglo XI se introduce la influencia
románica por dos vías, por los Pirineos Orientales (Influencia italiana) y
sobre todo por el Camino de Santiago (influencia francesa). Además, coincide
con la debilidad islámica que favorece la conquista y repoblación
La influencia francesa en la escuela castellana nos deja
colores con un tono ocre, con poco predominio de colores muy vivos fuera de la representación
de Cristo.
Vemos así una pintura plana y bidimensional puesto que no
presenta fondos o sombras que indiquen volumen. Las figuras se delimitan por
gruesas líneas, sobretodo la imagen de Cristo (esta forma se llama “mandorla”) que
le dota así de una jerarquía donde es el centro de la obra, aunque eso conlleva
que se pierda la proporción con los cuatro santos que acompañan la obra.
Respecto a la imagen de Cristo, su expresión es serena,
resuelta, con trazos sencillos. La postura de Cristo es sedente ,bendiciendo
con su mano derecha y sosteniendo un libro sobre su rodilla izquierda en el que
recuerda: EGO SUM LUX MUNDI (Yo soy la luz del mundo). Parece flotar sobre un
fondo celeste cubierto de estrellas y en él, se dibujan los símbolos alfa y
omega (el principio y final de todas las cosas. Parece descansar sobre un
semicírculo convexo en el que se ha querido ver el arco iris, así como el
semicírculo inferior sobre el que descansan sus pies, se dice que evoca la
Tierra. En torno a Él, se representan el tetramorfos o símbolo de los cuatro
evangelistas, con sus nombres: el toro (San Lucas), el león (San Marcos), el
águila (San Juan) y el ángel (San Mateo).
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