Ha llegado a ser evidente que nada en arte es evidente.
T. Adorno.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Unidad 0. Introducción a la Historia del arte. Teoría y función del arte. Análisis de una obra de arte.

El concepto de arte.
A lo largo de la historia, el arte se ha entendido de forma muy distinta. El gusto estético ha variado con el tiempo y cada época ha plasmado un concepto propio. En la Prehistoria, se asociaba a los rituales mágicos relacionados con la supervivencia y en las primeras civilizaciones se entendía como una cualidad que podía conferir distinción. Pero habrá que esperar a Grecia para encontrar las primeras reflexiones acerca del arte, considerándolo como una habilidad manual (tékne) vinculada a la representación de la naturaleza y con la que plasmar la proporción, la armonía y el equilibrio en la producción de objetos o la expresión de sentimientos. 
En el mundo medieval, el arte, identificado como un trabajo artesano, tendrá por objeto trascender desde el orden natural al plano religioso hasta llegar a la génesis de la belleza intelectual que caracterizará al artista-individuo renacentista y barroco.
Para los ilustrados, era el símbolo de la perfección racional aplicada ya a una concepción meramente plástica; la plasmación de la renovación social, durante la industrialización decimonónica, y un instrumento con el que la clase dominante impone sus valores o la posibilidad de rebelarse frente al orden social, según la crítica marxista. Sólo con el posromanticismo y las vanguardias artísticas, el artista ha conseguido crear una nueva realidad (el arte puede ser también comprometido), convirtiéndolo en una experiencia vital que enriquece la condición humana y que se materializa en las más variadas expresiones y técnicas; es el resultado de algo indefinible, según la historiografía artística posvanguardista: Dufrenne (Todo aquello que es reconocido como tal y propuesto como tal a nuestro asentimiento), Formagio (Arte es todo lo que el hombre llama arte), Gombrich (No existe realmente el arte. Sólo hay artistas), Adorno (Ha llegado a ser evidente que nada en arte es evidente), Vázquez Sánchez (Sobran las definiciones de arte).
La dificultad para definir el arte en las actuales circunstancias ha llevado a algunos críticos a significar el fin del arte (Arthur Danto, 1984). Pero tal afirmación es el resultado de una falacia, pues lo único cierto es que el arte es consustancial al ser humano y además necesario para él (en caso contrario no hubiese existido en todas las épocas y circunstancias, Fischer) y, por tanto, perdurará mientras aquél exista.

Teoría y función del arte.
Queda claro que el arte es un fenómeno humano y social. No hay arte sin hombre, ni hombre sin arte. Pero no es menos cierto que las obras de arte traslucen además múltiples realidades de una época, de una sociedad o de un grupo social concretos. El arte es, por tanto, una actividad social que permite comunicar experiencias e interpretar realidades, que pueden ser individuales (las del propio artista) o colectivas (las de sus clientes, sus compañeros, los intelectuales de su época, etc.).
En tanto que necesario y social, podemos condensar las funciones del arte en tres fundamentales que responden al interés de los seres humanos:

-          REPRESENTATIVA. De la realidad visible o espiritual.
-          COMUNICATIVA. De ideas, conceptos y valores.
-          EXPRESIVA. Para producir placer o goce estético. Para cubrir necesidades (por ejemplo, la arquitectura). Para sublimar conflictos o realidades sociales concretas (arte de propaganda).
En una obra de arte pueden interrelacionarse varias funciones. Estas no son inmutables, sino que varían con la relación sociedad-arte.
Para estudiar dichas funciones y sus relaciones surge a mediados del siglo XVI la Historia del arte, aunque sus procedimientos científicos han evolucionado especialmente desde el siglo XIX en adelante. La Historia del arte propone la comprensión estética de las obras y hechos artísticos a través de estilos, es decir, la serie de rasgos formales que les son propios y los vinculan a un espacio-tiempo determinado. Pero lo hace también a través de distintas escuelas teóricas que profundizan en rasgos determinados de la obra o sus circunstancias y pueden ir más allá de lo puramente estilístico, como la técnica (positivismo), los signos (formalismo), los símbolos (iconologismo), las circunstancias sociales (sociología), las circunstancias comunicativas (semiología), etc.

Análisis de la obra de arte.
El comentario de imágenes artísticas es un procedimiento fundamental para el estudio de la Historia del Arte. Se basa en la observación, análisis y estudio crítico de las obras de arte, que constituyen la manifestación más evidente del hecho artístico.
Comentar una obra de arte es desentrañar la serie de elementos plásticos que la componen para interpretarlos en una triple dimensión: estética, histórica y crítica. Las obras de arte responden a  un modo de hacer determinado y concreto, y este modo depende de las circunstancias y mentalidades propias de su época. No podemos olvidar tampoco su carácter transcendente que hace posible que lo analicemos desde un posicionamiento crítico, conforme sí con la realidad de su momento, pero también desde la perspectiva de su incidencia a lo largo del tiempo y en el instante presente.  

El análisis de la obra se arte se lleva a cabo a partir de tres principios complementarios y consustanciales a todas las obras de arte:
-              Formal, que interpreta los aspectos técnicos y visuales de la obra.
-              Estético, que analiza los aspectos conceptuales de la obra, el significado y los elementos icónico/simbólicos que se utilizan.
-              Sociológico,  que  atiende a los aspectos sociales, económicos, políticos y culturales de la obra.

Además, como norma general debemos procurar:
-          Ser ordenado y preciso, pues es muy frecuente la redundancia en el comentario artístico
-          Utilizar un vocabulario técnico.
-          Ser original y científico, evitando cuestiones anecdóticas o especulativas.
-          Remitir los aspectos formales a lo meramente visual, prescindiendo de valoraciones subjetivas.
-          Potenciar los contenidos ideológicos, iconológicos y culturales en relación con un contexto sociopolítico y económico determinado.
-          Establecer relaciones tipológicas en el tiempo y significar posibles antecedentes y consecuentes.

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